A pesar de las nuevas posibilidades y el aumento en la magnitud del movimiento dental con las nuevas tecnologías y la llegada del anclaje esquelético, la cirugía ortognática sigue siendo extremadamente importante para casos graves y severos.
Existen casos de discrepancia esquelética donde ningún movimiento dental puede resolver el problema. Esto se debe a que los casos generalmente involucran problemas faciales y no solo dentales, lo que resulta en la necesidad de un enfoque donde la estructura ósea pueda ser corregida.
Cuando se trata de corregir la estructura ósea en un niño con potencial de crecimiento, a veces es posible recuperar y mejorar la estructura ósea que está en discrepancia. Sin embargo, en un paciente adulto donde no hay más crecimiento, la ortopedia se vuelve inviable en la gran mayoría de los casos. Esto significa que el profesional debe realizar un procedimiento quirúrgico para corregir la discrepancia que está causando problemas dentales y faciales en el paciente.
Es importante entender que muchas veces, aunque el paciente presente una discrepancia esquelética, el desequilibrio y la desarmonía facial no se consideran un problema por parte del paciente. Puede ocurrir que su apariencia facial esté equilibrada, incluso con la estructura ósea desequilibrada.
Ahora, una vez que la desarmonía y la discrepancia esquelética resultan en una asimetría facial que genera una queja por parte del paciente, ¿debería considerarse la cirugía ortognática? Sí, debería adoptarse como enfoque ideal.
El segundo paso es entender la diferencia entre compensar y descompensar, una vez que tenemos un problema esquelético. Se deberá determinar si el tratamiento será quirúrgico o no, y en caso de decidir por el tratamiento no quirúrgico, el enfoque en ortodoncia se denomina “compensación” o “camuflaje”, donde el profesional buscará movimientos que compensen el problema esquelético y lo camuflen.
Sin embargo, cuando se trata de realizar una cirugía ortognática, el enfoque es contrario. Es necesario descompensar lo que está compensando y proporcionar una oclusión extremadamente fiel al paciente.
Esto es descompensación, donde básicamente se eliminan cualquier compensación que pueda existir en los dientes que esté ocultando el problema real del paciente. Se requiere una preparación ortodóncica para la cirugía ortognática. El paciente deberá presentarse a la cirugía con una oclusión estable que muestre el problema esquelético que presenta.