El análisis facial tiene una subjetividad muy grande dentro de sí y también requiere individualización. Cada individuo tendrá una forma de trato diferente, características étnicas y únicas de cada uno.
No hay una regla predefinida. Incluso seguir demasiados protocolos puede dejar el tratamiento limitado.
El ser humano, por comodidad, acaba eligiendo un protocolo estándar, pero la ciencia no es una receta de pastel. Cada paciente presentará variedades diferentes, lo que nos obliga a analizar cada caso clínico individualmente.
Por eso, cuando hablamos de Análisis Facial, tenemos una afinidad de factores y observaciones a diagnosticar. Haciendo esto, podemos realizar una buena planificación para preservar lo que es bueno, y también mejorar lo que podemos.
A través de la ortodoncia conseguimos cambios faciales mucho mayores de lo que la gente imagina. Hay muchas referencias de libros, por ejemplo, “Estética e Cosmética” del Dr. José Mandelli.
Hay numerosos análisis faciales y referencias faciales basadas en la proporción áurea y en la proporcionalidad en general.
Hay otro libro de Carlos Alexandre Câmara, “A Estetica em Ortodontia”, que aborda una sonrisa para cada rostro. Para lograr un buen rendimiento en los tratamientos, no podemos crear pacientes que sigan “estereotipos”.
Las personas quieren tener la sonrisa de Cristiano Ronaldo o el cabello de Brad Bitt, todo siguiendo un patrón.
Cuando nos posicionamos como profesionales, también debemos mostrar las reglas del juego, mostrar los tratamientos y no dejar que estas influencias y ansiedades afecten al tratamiento. Y así como hay mucha subjetividad en el Análisis Facial, también hay partes más objetivas.
Al comenzar el tratamiento, tenemos la charla inicial con el paciente. Esto es decisivo para que luego haya una buena planificación basada en las características del paciente.
Analizamos las características individuales del paciente y también la composición armónica del rostro.
¿En qué debemos pensar con respecto al rostro?
Algunas discrepancias faciales pueden provocar una impresión negativa del rostro. El ser humano, en general, tiene un perfil recto y suavemente convexo, lo que llama la atención sobre el aspecto negativo del perfil facial.
Los pacientes con un perfil convexo llaman la atención de forma negativa, y aquellos que también tienen un perfil invertido, cóncavo, llaman la atención. ¿Cómo evaluaremos esto?
A través de la foto lateral, y, con eso, aplicas tres puntos para definir la convexidad de la cara del paciente. Tenemos que evaluar a partir de la tabla subnasal y el polígono de tejidos blandos. ¿Qué tenemos en cuenta? Si el perfil es convexo, está recto.
Según la literatura, si el ángulo es de 165° a 175° grados, se considera recto, no siendo necesario 180°. En cuanto a la proyección labial, hay varias formas de evaluarla.
Existe la opción más sencilla con la posición natural de la cabeza para trazar una línea hacia abajo siguiendo un plano perpendicular al suelo desde la subnasal.
Desde esa línea abajo de subnasal y entonces podemos evaluar el labio superior. Debe estar en el mismo plano que la línea, comenzando desde subnasal o un poco hacia adelante.
Hay muchas otras características que debemos analizar, y que conforman todo el método del Análisis Facial, por lo que necesitaremos un poco más de tiempo para abordarlas. Sigue a XDental para que no te pierdas nuestros próximos artículos.